Quizás la vida es demasiado generosa por permitirme estar a su lado y poder observar cada mañana sus rostros inquietos, impacibles, mantenerme así unos minutos sumergido en esa imagen, me da las fuerzas que necesito para comenzar el día, me hace recordar exactamente cual es mi razón de vivir.
Por encima de todas las cosas que Dios nos puede regalar están ustedes ,mis hijos, que me obsequian grandes preocupaciones, pero también grandes satisfacciones y a pesar de que nos restan tiempo y espacio propio, nos dan así mismo una oportunidad de ampliar nuestro corazón para poner este amor inmenso que desde el precioso instante en que los mire por vez primera.
Esto no implica que en ocasiones cometamos errores y que nuestras respuestas o reacciones no sean las mas acordes, pero siempre es bueno tener presente que el amor para fortalecerse también acepta errores, ya que son ellos los que nos enseñan, claro no de la mejor manera, pero en fin, son enseñanzas, así que nada de sentir culpa, solo se trata de seguir adelante, unas veces con más fuerza, quizás unos momentos de la compañía, de ustedes, pero cuando eso no se cumple las fuerzas parecen flaquear y el camino se nos torna cuesta arriba, pero este amor del que ya les he mencionado, nos ayuda cada vez y así podemos aligerar la carga, sola o solo pero siempre hay una salida.
Los amo a ustedes por sobre todas las fuerzas del universo y apuesto todo a ustedes incluso y sin dudarlo un segundo, hasta mi vida.
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