Entender a un hombre en plena andropausia.


Entender a un hombre en plena andropausia.



El nombre correcto de esta es andropausia, aunque coloquialmente se le llame menopausia masculina. También se le conoce como síndrome de déficit de testosterona, déficit androgénico del hombre maduro e hipogonadismo masculino de comienzo tardío.

Llega un momento en la vida del hombre en el que la testosterona, la hormona masculina por excelencia, deja de cumplir su tarea. Un día en el que se mira al espejo y advierte que todos esos atributos que le permitían alardear de virilidad se van haciendo añicos. Su musculatura flaquea y por encima del cinturón asoma una incipiente barriguita cervecera. Duerme mal y sueña peor. Su apetito sexual, ni sombra de lo que era. Olvida cuándo fue la última de esas erecciones con las que antes le saludaba la mañana.

Todo esto no es más que consecuencia del ciclo natural de la vida, afortunadamente reversible gracias a la medicina. El urólogo Venancio Chantada, jefe del Servicio de Urología del Hospital Chuac (A Coruña), da algunos detalles más: "Ocurre a partir de los 45 años, aunque se expresa de manera más clara durante la década de los 50. Se conoce como andropausia, aunque los médicos preferimos el término hipogonadismo, que es más preciso". Y sí, el doctor, reconoce que, frente a la menopausia femenina, la andropausia está infravalorada, tanto en la sociedad como en el ámbito familiar.


En el caso de la mujer, la menopausia es un momento muy marcado, en el varón, sin embargo, la andropausia es un proceso paulatino, lento y callado. "Los síntomas son progresivos, a veces esporádicos, y se presentan con diferente intensidad en cada hombre", explica el urólogo. Ni siquiera la pareja suele identificar este momento como tal. Le ve insatisfecho, inestable y nota que su libido y su desempeño han decaído. En muchas ocasiones se convierte en sospecha de infidelidad.


Ante semejante cuadro, su mal humor suele volverse crónico. No solo por la desazón que le produce tanto cambio -según atestiguan numerosas investigaciones científicas- también es la carencia de testosterona la que contribuye a que esté continuamente más irritable y que, incluso en una edad aún joven, se muestre como un auténtico cascarrabias. No en vano, hay quien se refiere a la andropausia como el síndrome del hombre gruñón.


Chantada se queja de la falta de divulgación para que el círculo más próximo sepa cómo puede apoyar y animar a los hombres cuando inician este proceso. Al menos las redes sociales sí hablan cada vez más de la andropausia. Esto está ayudando a las parejas a aceptar esas limitaciones y a afrontar una nueva vida sexual, sabiendo que esas nuevas condiciones pueden enriquecer no solo su sexualidad sino también la relación amorosa. "El apoyo de la pareja es vital para que pida ayuda médica y muestre comprensión y paciencia", añade el urólogo.


Afortunadamente, hace tiempo la ciencia salió al rescate y los tratamientos de reemplazo hormonal con testosterona empiezan ya a ser tan populares como los que se aplican en la mujer durante la menopausia. Hay diferentes opciones que el paciente valora una vez que el médico revisa sus niveles hormonales y elabora un diagnóstico. Cualquiera de ellas es válida para reponer esa cantidad de testosterona que le va robando la edad:

Gel. Se aplica en la piel todas las mañanas en lugares del cuerpo sin vello para que se absorba mejor.
Parches de testosterona transdérmico. Se coloca antes de ir a dormir y se deja actuar durante 24 horas. Conviene elegir la espalda, el estómago, los muslos o los brazos, siempre que no sean zonas propensas a la sudoración profusa.
Inyección intramuscular. Su ventaja es que se administra cada tres meses.
Existen otras vías, como los comprimidos de testosterona, pero son menos eficaces y el riesgo de efectos secundarios es mayor.

Lo mejor es que no necesitará mucho tiempo para ver cómo empiezan a remitir esos signos tan característicos -depresión, ganas de llorar sin motivo aparente, pérdida del apetito sexual y disfunción eréctil, cansancio o debilitamiento muscular. Al mismo tiempo, alejará algunas amenazas que se derivan de la escasez de testosterona, como la posibilidad de que sufra un evento cardiovascular o la tendencia a sufrir síndrome metabólico: diabetes, colesterol y aumento de la tensión arterial.


Si el hombre maduro asume de buen grado que el reemplazo de testosterona es ineludible y que deberá cuidar aún más el ejercicio físico, la alimentación y sus hábitos de vida, seguirá cumpliendo años como el roble que siempre fue. El tratamiento requiere un control periódico para comprobar que los niveles de testosterona se recuperan adecuadamente y valorar si el paciente va recobrando sus funciones perdidas. Y si el objetivo es mantener a raya su libido y su forma física, deberá ser constante con la medicación. Si lo interrumpe, en unos meses retrocederá hasta volver al punto de partida.



A partir de los 30 años, los niveles de testosterona comienzan a disminuir un 15%, luego, a los 45 años se empiezan a advertir los primeros síntomas de la andropausia, y llegado a los 50 años, los bajos niveles de testosterona aparecen en el 50% de los hombres. A los 60 años, se estima que más de la mitad de los hombres sufren alteraciones por la andropausia, y para los 70 años, el 70% de los adultos tienen por completo bajos niveles de testosterona.

Sus causas se relacionan principalmente con el envejecimiento, pero influyen otros factores que desencadenan la andropausia como el estrés, consumo de alcohol, ciertos medicamentos, obesidad, infecciones y la elevación del nivel de SHBG o "globulina fijadora de hormonas sexuales"

Además, la testosterona ayuda a formar proteínas y es el principal responsable de la reproducción sexual del hombre. El hombre presenta diferentes síntomas durante la andropausia y son fáciles de reconocer:
Cambios en la actitud y el estado de ánimo
Fatiga
Pérdida de energía
Falta la líbido y el deseo sexual
Mengua de la erección
Aumento de peso
Irritabilidad
Depresion
Nerviosismo
Reducción de fuerza y volumen de la eyaculación
Deterioro óseo
Sensación de calor al rostro
Problemas circulatorios
Sudoración
Dolor de cabeza

Está demostrado que la caída de los niveles de testosterona puede representar un riesgo en la aparición de otros problemas de salud en el sistema óseo o cardiaco.

Si sospechas que tienes andropausia o presentas algunos de los síntomas mencionados, acude a un especialista, quien te realizará varios análisis de sangre para medir tu nivel de testosterona. Recuerda que la andropausia no es una enfermedad, solo es un periodo transitorio.




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